“Sanar no es cambiar quién eres, sino recordar quién fuiste antes de olvidar tu esencia”. Esta filosofía es la base de mi trabajo, y el camino más profundo para lograrlo es a través de sanar nuestras raíces.
Pero, ¿qué significa realmente “sanar las raíces”?
No es un concepto poético; es el fundamento de la Terapia Sistémica y las Constelaciones Familiares. Describe el proceso de mirar hacia nuestro sistema familiar (padres, abuelos, ancestros) para encontrar el origen de los bloqueos que experimentamos en nuestro presente.
Imagina un árbol que da frutos pequeños, enfermos o que simplemente no da frutos. Podrías pasar años podando las ramas, cambiando el fertilizante o regando más (esforzándote más en tu presente), pero si el problema está en la raíz, el árbol nunca prosperará.
Tú eres ese árbol. Tu presente son los frutos. Tu sistema familiar son las raíces.
¿Cómo Afectan tus Raíces a tu Vida Hoy?
De maneras que ni siquiera imaginas. Heredamos mucho más que el color de ojos o el temperamento. Heredamos memorias, lealtades, traumas no resueltos y patrones de comportamiento.
De forma inconsciente, por un amor profundo y arcaico a nuestro clan, juramos lealtad a esas historias:
- Si un ancestro lo perdió todo, tú puedes tener un bloqueo inconsciente con el dinero, autosaboteándote para “ser leal” a la ruina familiar.
- Si tu madre sufrió mucho en el amor, tú puedes adoptar un patrón de “no confiar” en las parejas, aunque conscientemente desees una relación sana.
- Si alguien fue excluido del sistema (una “oveja negra”, un hijo no reconocido), tú puedes sentir que “no perteneces” a ningún lugar, cargando con ese excluido sin saberlo.
A esto le llamamos “enredos sistémicos”. Vives una vida que no es del todo tuya; estás repitiendo un destino.
Terapia Sistémica: La Herramienta para Mirar la Raíz
No podemos cambiar lo que hicieron nuestros ancestros. No podemos borrar el pasado. Pero sí podemos cambiar cómo ese pasado vive dentro de nosotros.
Aquí es donde la Terapia Sistémica (y las Constelaciones Familiares) se convierte en la herramienta de sanación.
El proceso de sanar las raíces no busca culpables. Busca ordenar y honrar:
- Incluir a los Excluidos: Damos un lugar en nuestro corazón a todos los miembros del sistema, sin importar lo que hicieron.
- Tomar Nuestro Lugar: Dejamos de ser “jueces” o “salvadores” de nuestros padres y nos colocamos en nuestro lugar correcto: como hijos, los pequeños.
- Honrar los Destinos: Respetamos los destinos difíciles de nuestros ancestros, liberándonos de la necesidad inconsciente de repetirlos.
¿Qué Pasa Cuando Sanas tus Raíces?
Cuando dejas de cargar con lealtades que no te corresponden y tomas la fuerza de tu linaje (tanto lo “bueno” como lo “malo”), ocurre una transformación profunda.
- Liberas tu Poder Personal: Dejas de gastar tu energía vital en sostener dramas antiguos y la usas para crear tu propia vida.
- Tus Relaciones Florecen: Al tomar a tus padres en tu corazón tal como son, tu capacidad de amar en pareja y en la vida se expande.
- Conectas con la Abundancia: Sueltas los patrones de escasez y te das permiso para prosperar.
- Encuentras tu Propósito: Al estar en tu lugar correcto, tu propósito de vida se revela con claridad.
Conclusión: La Verdadera Sanación está en el Origen
Si has intentado de todo (terapias, libros, cursos) y sigues sintiéndote atascado en los mismos patrones, es muy probable que no estés mirando en el lugar correcto.
La sanación más profunda y duradera no ocurre en las ramas; ocurre en las raíces. Si estás listo para mirar tu historia familiar con amor y respeto, te invito a explorar la Terapia Sistémica.